Edad Media?

“Uf tercero – me decía- todos los días me acostaba a las 3 haciendo trabajos”. ¿Impresiones que se pueden sacar de esa acotación? Por lo menos, ni una positiva. Además me había metido en el matemático (“¡MATEMÁTICO! Esos se cortan las venas, aperrá”) si, me gustan los números, factorizar y cosas así. También había metido en transversal de Cambridge que no es muy entretenido, pero si quiero ser alguien, hay que sacrificar algunas cosas. Y si los costos para poder ser Economista son no ver películas en el transversal de cine, no tener salidas a terreno por mi eje o complementario y no poder gozar de 8 horas de sueño serenas, los tomaré, total, es un año no más. Ah no perdón. DOS.
Eso es lo peor, entrar con una mala disposición, con mierda pegada bajo la nariz. Porque quizás Cambridge si es entretenido, quizás eje es bacán y complementario la raja.
Terminó la primera semana y ya estaba muerta. Apestada del mundo y de cada uno de sus integrantes, y eso que tan solo estabamos empezando. Qué nos queda para el resto del año, les decía a mis amigas. El pasar de las típicas materias a cosas más especificas, el tener todas las materias con tu querido curso a tener algunas con ellos nada más, es penca. Sobretodo si tus compañeros eran la base de la carcajada diaria. Ñoña si, quizás, no lo niego.
Puede ser que sea una extremista, una militante del partido “Depresivos Prematuros”. Porque si lo pienso no lo pasé mal en el eje, ni en el complementario, pero bostecé un poco en transversal. Si es que los elegí es porque me gustan, lo que es verdad, me encantan. Lo que tengo que hacer, es pegarme la palabra “APECHUGAR” en la frente y hacerme cargo de mis elecciones, aunque lleguen a ser a final de cuentas, un error matemático.